“OH PARECE QUE TIENES LA HORMONA DE EMBARAZO ALTA”
La Inesperada Realidad: Un Diagnóstico de Cáncer y el Descubrimiento de un Embarazo
Enfrentar un diagnóstico de cáncer ya es lo suficientemente difícil, pero una semana después de recibir esa noticia, mi vida dio otro giro inesperado: ¡estaba embarazada! Nunca imaginé que esos dos caminos, el cáncer y la maternidad, se entrelazarían de una manera tan abrumadora. Una semana después de haber escuchado “tienes cancer de mama”, escuche las posibilidades que estás embarazada son altas. Cuando vi el ultrasonido y los latidos estaba altos me quede en shock. Estaba viendo una película de terror.
Recuerdo el día en que lo supe. Estaba aún tratando de asimilar lo que significaba tener cáncer, cuando mi médico me dio esta nueva noticia. Estaba completamente desorientada. En un momento, estaba preocupada por mi propia vida, y al siguiente, la salud de otro ser dependía de mí. Las emociones eran tantas que apenas podía procesarlas: miedo, confusión, incredulidad. ¿Cómo podía estar embarazada mientras mi cuerpo enfrentaba una batalla tan feroz?
La incertidumbre era enorme. Mi mente estaba llena de preguntas sin respuesta. ¿Cómo afectaría el cáncer al embarazo? ¿Sería capaz de continuar con los tratamientos y a la vez proteger a mi bebé? ¿Sería lo suficientemente fuerte para atravesar esto?
A pesar del miedo, una parte de mí sabía que tenía que ser fuerte, no solo por mí, sino también por mi hijo. Decidí enfrentar esta situación con todo el valor que pudiera reunir. Sabía que cada decisión que tomara tendría un impacto, no solo en mi salud, sino también en la vida que llevaba dentro de mí.
Fue una etapa llena de decisiones difíciles y consultas médicas interminables, donde tenía que abogar por mí misma una y otra vez. Opté por no seguir todas las recomendaciones médicas al pie de la letra, y en lugar de ello, construí un plan de tratamiento que me permitiera cuidar de mi bebé y de mí al mismo tiempo. Incluso cuando el radiologo me dijo: “deberías de parar tu embarazo, y hacer todo el tratamiento de cancer, porque no lo haces acaso tu vida no lo vale?” Con esto me quede más agobiada y desconcertada. No fue fácil, pero nunca me arrepentí de seguir mi intuición.
Este momento me enseñó mucho sobre la resiliencia y la fuerza interior. Descubrí que, a pesar de las circunstancias más aterradoras, tenemos dentro de nosotros la capacidad de superar lo inimaginable. Usa tu voz, si no te sientes segura de algo, PARA,REFLEXIONA, Y ACTÚA.
En este blog quiero que te lleves esto: no importa lo difícil que sea la situación, siempre tienes el poder de tomar decisiones que resuenen contigo. Tú conoces mejor que nadie lo que es correcto para ti y para tu cuerpo.
En los próximos blogs, seguiré compartiendo más sobre mi experiencia enfrentando el cáncer mientras esperaba la llegada de mi bebé.